Este libro va dirigido a cualquier adulto que quiera dejar una huella positiva en un niño, pero principalmente va dirigido a esos papas de "fin de semana" que creen que su hijo o hija estará felices si los llevan a la feria, al helado o al cine y en realidad lo que los niños desean es acurrucarse con papá un rato o armar un barquito de papel para que navegue en la tina. Más allá de una aherencia económica, un papá debe dejar una herencia emocional, la cual se compone de momentos sencillos que convierten la relación en algo grandioso. De un lado se sugieren actividades con el niño y del otro lado para la niña, porque la figura del padre tienen diferente significado en cada uno. Se ilustra con imágenes caricaturizadas del Pingüino Emperador, animal que incuba el huevo que puso su pareja hasta el nacimiento del bebé pingüino y que comparte con la hembra el cuidado y la alimentación de las crías.